Durante sus vacaciones, el agente Bond se cruza con la encantadora y peligrosa Xenia Onatopp, quien busca apoderarse de los planos de un nuevo helicóptero a prueba de interferencias. Al mismo tiempo, Natalya Siminova, una programadora del ejército ruso, se convierte en la única sobreviviente de su grupo tras un siniestro plan del general Ourumov, destinado a apoderarse de Goldeneye, un arma espacial ultrasecreta capaz de emitir pulsos nucleares que desactivan cualquier dispositivo electrónico. Bond unirá fuerzas con Natalya para desentrañar a los villanos detrás del robo.