El descubrimiento de una niña con los amputados ha dejado a Corea del Sur en estado de shock. Dos detectives, Han-Su (Sung-min Lee) y Min-Tae (Jae-myung Yoo), quienes han sido rivales durante mucho tiempo, son los encargados de esclarecer el caso. Con la intención de obtener pruebas vitales que lleven a identificar al asesino, Han-Su acepta un acuerdo clandestino con un narcotraficante y encubre un crimen. Sin embargo, Min-Tae comienza a dudar de su adversario y decide vigilar a Han-Su más de cerca, lo que provoca un desvío en la investigación.