En 2014, Creep nos hizo conocer a Mark Duplass interpretando a un personaje solitario y algo perturbador, aunque a su manera, entrañable. Para el regocijo de todos, este asesino de estilo mumblecore regresa en la secuela de una de las obras de found footage más creativas de los últimos años, que ahora aborda un tema delicado: ¿qué sucede cuando un asesino en serie pierde el deseo de matar?