Richard Jewell fue un agente de seguridad en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Él encontró una mochila que contenía explosivos y contribuyó a evitar un mayor número de víctimas al colaborar en la evacuación de la zona justo antes de que se produjera la explosión. Inicialmente, fue presentado como un héroe cuya acción salvó muchas vidas, pero más tarde, Jewell se convirtió en el principal sospechoso y fue objeto de una investigación como presunto culpable.