Nicholas Angel (Simon Pegg) es indudablemente el mejor oficial de policía en Londres. Sus arrestos superan en un 400% los del segundo mejor agente del departamento. Su habilidad es tal que, al lado de él, cualquier otro oficial parece ineficaz. Por esta razón, sus superiores deciden reubicarlo a un lugar donde su destreza no haga que otros queden en ridículo: Sandford, un pequeño pueblo que aparenta ser tranquilo y aburrido.