Una pareja con tres hijos reside en una lujosa casa en las afueras de una urbe. Los jóvenes, quienes nunca han salido de su hogar, son criados de acuerdo a los métodos que sus padres consideran más adecuados, sin ninguna influencia externa. Piensan que los aviones son juguetes o que el océano es una especie de silla tapizada en cuero. La única persona que tiene a la vivienda es Christine, la guardia de seguridad de la fábrica de su padre.