Después de haber estado en la búsqueda de riqueza durante cinco años, Westley regresa a su hogar con la intención de casarse con su adorada Buttercup, a quien había prometido amor eterno. Sin embargo, para lograr recuperarla, deberá enfrentarse a Vizzini y sus secuaces. Una vez que los derrote, enfrentará el mayor de los desafíos: el príncipe Humperdinck desea casarse con la desafortunada Buttercup, a pesar de que ella no lo ama, ya que su corazón sigue perteneciendo a Westley.