El equipo de mercenarios, liderado por Barney, se enfrenta inesperadamente a Stonebanks durante una misión en África. Este último, que Barney pensaba que había fallecido, es uno de los fundadores del grupo. Actualmente, Stonebanks se ha convertido en un poderoso y cruel traficante de armas, y el gobierno de Estados Unidos desea capturarlo con vida para llevarlo ante la Corte Penal Internacional de La Haya.