Sam Wing, el propietario de la antigua tienda que aparece en las dos películas originales, se encontró con el entrañable Gizmo cuando tenía 10 años y residía en Shanghai en 1920. Junto a un joven ladrón llamado Elle, Sam y Gizmo emprenden un atrevido viaje por la China rural, enfrentándose y a veces combatiendo a coloridos monstruos y espíritus del folclore chino. En su misión por devolver a Gizmo a su hogar y desvelar un tesoro legendario, son perseguidos por un industrial ávido de poder y su creciente ejército de malévolos Gremlins.